MI QUERIDA ESPAÑA
...esa España mía, esa España nuestra, ay, ay, ay... Así comenzaba una canción de la fallecida cantautora Cecilia. Eran años transicionales en los que el consenso y la concordia habían perfilado el fortalecimiento de la convivencia pacífica y libre de la ciudadanía española.
Actualmente Zapatero y sus acólitos serviles olvidan el espíritu que perpetuó la unidad de España basada en la vasta riqueza de sus singulares regiones como promulga la Constitución. La unidad de aquella no es baladí, es el fin de un pueblo que desea estrecharse y querrese pese a sus diferencias. La historia se escribe con realidades y no con conjeturas y falsas interpretaciones torticeras.
Hoy la transparencia y la información veraz están secuestradas por este nuevo y desorientado socialismo de diseño que empuñan ZP, Rubalcaba, José Blanco y Fernández de la Vega (entre otros), fragmentando así la estabilidad y el porvenir de nuestra nación. Nada se dice tras un año del derribo del helicóptero con militares españoles en Cougar (Afganistán) que esclarezca los hechos con rigor y objetividad; silencio absoluto en días de asueto frente a los incendios de Galicia, como si no interesara salvarla ahora por primar la rosa socialista en Madrid y en la Xunta gallega de la manipulable Touriño; indiferencia ante el abordaje masivo e irrefrenable de las islas Canarias por cayucos repletos de inmigrantes extenuados y desesperados; IPC desorbitado a mediados de un año que se avecina con un cataclismo económico; sequía sin medidas paliativas concretas y materializables excepto el cuantioso incremento del recibo del agua que priva del dicho uso y presiona a las economías domésticas; y la vergonzosa y cobarde claudicación frente a la banda de asesinos de la ETA obviando el dolor de sus víctimas.
Y ante este ignominioso escenario nadie sale a la calle, ya no hay caceroladas, las izquierdas no movilizan al pueblo pues la soberbia conjura contra el Partido Popular prevalece permitiendo por contra males irreparables. Este patológico gobierno socialista carece de solvencia técnica, de inteligencia política y de sensibilidad social, factores esenciales para una buena gobernabilidad, al mismo tiempo que promueve la incongruencia, la incoherencia, la inconsistencia y la desfachatez a base de programas confeccionados al albur del día a día.
A este presidente por accidente, “emperador” hostil, errático y absolutista, no le fascina el interés general sino más bien el vil y embriagador poder. España agoniza y no se lo merece. Pongamos remedio, pues la llamada a las urnas se aproxima y la soberanía popular es la que, en teoría, manda.
Actualmente Zapatero y sus acólitos serviles olvidan el espíritu que perpetuó la unidad de España basada en la vasta riqueza de sus singulares regiones como promulga la Constitución. La unidad de aquella no es baladí, es el fin de un pueblo que desea estrecharse y querrese pese a sus diferencias. La historia se escribe con realidades y no con conjeturas y falsas interpretaciones torticeras.
Hoy la transparencia y la información veraz están secuestradas por este nuevo y desorientado socialismo de diseño que empuñan ZP, Rubalcaba, José Blanco y Fernández de la Vega (entre otros), fragmentando así la estabilidad y el porvenir de nuestra nación. Nada se dice tras un año del derribo del helicóptero con militares españoles en Cougar (Afganistán) que esclarezca los hechos con rigor y objetividad; silencio absoluto en días de asueto frente a los incendios de Galicia, como si no interesara salvarla ahora por primar la rosa socialista en Madrid y en la Xunta gallega de la manipulable Touriño; indiferencia ante el abordaje masivo e irrefrenable de las islas Canarias por cayucos repletos de inmigrantes extenuados y desesperados; IPC desorbitado a mediados de un año que se avecina con un cataclismo económico; sequía sin medidas paliativas concretas y materializables excepto el cuantioso incremento del recibo del agua que priva del dicho uso y presiona a las economías domésticas; y la vergonzosa y cobarde claudicación frente a la banda de asesinos de la ETA obviando el dolor de sus víctimas.
Y ante este ignominioso escenario nadie sale a la calle, ya no hay caceroladas, las izquierdas no movilizan al pueblo pues la soberbia conjura contra el Partido Popular prevalece permitiendo por contra males irreparables. Este patológico gobierno socialista carece de solvencia técnica, de inteligencia política y de sensibilidad social, factores esenciales para una buena gobernabilidad, al mismo tiempo que promueve la incongruencia, la incoherencia, la inconsistencia y la desfachatez a base de programas confeccionados al albur del día a día.
A este presidente por accidente, “emperador” hostil, errático y absolutista, no le fascina el interés general sino más bien el vil y embriagador poder. España agoniza y no se lo merece. Pongamos remedio, pues la llamada a las urnas se aproxima y la soberanía popular es la que, en teoría, manda.
1 Comments:
Menos mal que has vuelto, y con dolor de muelas... no, de España. Pero no te preocupes que enseguida te la estirpan y sin dolor. No protesta nadie mas que tú... yo, y unos pocos.
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