Thursday, November 09, 2006

Educación para la Ciudadanía: el adoctrinamiento laicista de la España cañí.

El borrador de Real Decreto que elabora el Ministerio de Educación acerca de las enseñanzas mínimas para los ciclos de la ESO, contempla una reducción drástica en el horario de asignaturas troncales.



La ideología del pensamiento único avanza silenciosa por la senda astuta de la manipulación impositiva. Asignaturas como la Religión, Tecnología, Literatura, Ciencias Sociales, Lengua Extranjera, Lengua Castellana y Geografía e Historia, serán reducidas en un tercio de horario lectivo según refleja la nueva normativa. Sin embargo, asignaturas como la Música y Educación Plástica y Visual elevan su impartición en más de 30 horas cada una.

Por el contrario, los padres que hayan elegido la Religión, en virtud del amparo constitucional de sus legítimas convicciones, como asignatura para sus hijos, que en la actualidad la estadística arroja un 75% de proclividad a la misma, verán mermadas sus expectativas en la enseñanza de aquella materia con la reducción de 70 horas, es decir, se pasará de las 210 actuales a las 140 proyectadas.

Además es importante observar que las Comunidades Autónomas ostentan un margen de maniobra del 35%, y aquellas con lengua propia un 10% más, es decir, el 45% para administrar y coordinar la referida competencia educativa.

En este sentido, está claro que el adoctrinamiento laicista y sectario de Zapatero entrará como un ciclón en las aulas arrasando las mentes de los lampiños adolescentes que, sin darse cuenta, serán víctimas de estas maniobras ladinas de los iluminados y taimados socialistas que, como una nueva plaga, nutren la presente generación monclovita.

Lo peor del caso es que, además, los alumnos al llegar a sus hogares, estarán capacitados y pondrán ponerse en disposición de discutir con sus padres y verter sobre ellos el veneno zapateril que les habrán inoculado a través de la reaccionaria, estalinista y depravada “Educación para la Ciudadanía”, que lejos de educar, instaurará la inclinación hacia estereotipos uniformados quebrando el principio responsabilidad.

El triunfo del Estado de derecho, no me cansaré de repetirlo, fue la proclamación de las libertades y los derechos fundamentales de los ciudadanos, libres para pensar y libres para actuar dentro del rigor que pesa sobre el ordenamiento jurídico jalonado por el orden público. La asignatura de la “Educación para la Ciudadanía” es el quicio de la inconstitucionalidad, el punto de inflexión entre lo malo y lo peor. Un Estado democrático, sea del color político que sea, pero legitimado en las urnas, no debe arrogarse la función exclusiva que por derecho propio y natural corresponde a los padres, y ese no es otro que el de educar a sus hijos en los principios y valores que les sean más oportunos y convenientes, sin que ningún órgano institucional asalte sus conciencias constriñéndoles para adherirse a una ideología que, dicho sea de paso, va a vulnerar la razón y a usurpar la idoneidad.


Asignaturas como la Tecnología, tan necesaria para que despegue nuestro país, pues hasta ahora de lo prometido en esta área por la ministra Calvo, mujer de confianza de ZP, nada ha visto la luz, se verá relegada por la incómoda, infausta, novedosa y deformativa Educación para la Ciudadanía. Y las Humanidades, las que forman el pensamiento decantado y acompasado de las personas, también se verán abocadas al ostracismo de esta feroz irrupción de los socialistas de diseño, de los pipiolos que no sabiendo gobernar, dominan a la perfección la esclavitud y la mordaza, hiriendo e insultando con su desfachatez al pueblo soberano.


Con todo, existen fundadas protestas en torno al ámbito estudiantil y tecnológico. Un informe de UGT prueba que la asignatura de Religión se ajusta a las horas mínimas en todas las comunidades menos en Galicia y Navarra, y que no contará su calificación para pedir becas ni para mediar entre asignaturas. Por otro lado, la Plataforma Estatal de Asociaciones del Profesorado de Tecnología (PEAPT), reitera el incumplimiento de promesas ofrecidas por el gobierno de la nación, y la Conferencia Episcopal Española, tras numerosos encuentros y una dilatada negociación, tampoco ha podido encontrar puntos de unión que satisfagan el interés común de las partes.

Pero no todo está dicho. La última palabra la tienen los padres. La objeción de conciencia, a modo de rebelión civil, puede ser un cauce legal que nos salvaguarde de la tiranía de Zapatero, porque a base de sonrisas no se gana a una ciudadanía, se la gana con el consenso, con el dialogo, con la puesta en escena de alternativas. Todo esto no le concierne al preclaro José Luis, a esa incógnita del PSOE hasta la presente legislatura en que, por accidente, subió ebrio de nostalgia al podio de la superioridad. Tenemos el voto cercano, las autonómicas y municipales. Un año después las elecciones nacionales. España entera puede y debe desbancar a este invasor contumaz y enfermizo que con su esquizofrenia ideológica, mina de podredumbre todo lo que toca. No volvamos a caer en los errores del pasado.

vicenbarbarroja.

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