La vivienda rasga el bolsillo de los aragoneses.

La subida imparable de los inmuebles deja diezmados a los sufridos ciudadanos que destinan más de la mitad de sus rentas domésticas a la amortización de su endeudamiento hipotecario.

De nada ha servido la creación “ex novo” del Ministerio de la Vivienda a la vista de la aceleración exacerbada del precio de los pisos que trae como consecuencia que los jóvenes no se desprendan de los domicilios paternos hasta edades remotas, que los contribuyentes estén hasta el cuello de deudas por la presión fiscal y que el metro cuadrado, lejos de estabilizarse o incluso de reducir su precio, incomprensiblemente sube y sube sin parar, bien por interés gubernamental, bien por favorecer la trama inmobiliaria y sus oscuros entresijos financieros, o bien por sendos motivos.

Mientras que en España el incremento medio es del casi el 10%, en Aragón esta tasa se sitúa en el 14,5%, siendo esta Comunidad Autónoma junto con Galicia, Cantabria y La Rioja una de las que mayor ascenso experimentan.

Frente a esta coyuntura, la despierta y resolutoria ministra María Antonia Trujillo, se descuelga de este caos urbanístico alegando que cuando entraron en el Gobierno la subida era mayor y que en estos momentos ha descendido el índice del precio de compra. Lo que no sabemos es si este razonamiento convence ala ciudadanía pues la realidad más cruda es que tanto la vivienda de protección oficial como la libre aumenta sin parar y cada vez la compra de las residencias está más difícil dada la elevación del coste de adquisición.

Cuando no existen argumentos con peso específico que puedan avalar el encarecimiento brutal dela vivienda, siempre se recurre erróneamente a la descalificación de quienes ocupaban las carteras ministeriales en la legislatura anterior. Lo que no sabe la ministra Trujillo es que estando el país gobernado por el PSOE, Aragón por el PSOE, y las tres provincias aragonesas también por el PSOE, no han sido capaces de aplicar sus políticas sociales a nivel vivienda porque no saben o porque los réditos que les produce esta subida alimentan otras áreas cuto interés no se presta a salir a laluz.

Me gustaría recordarles a los responsables nacionales, autonómicos y locales que existe en la vigente y consensuada Constitución Española el artículo 47 que prescribe con evidente claridad que “ todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada y que los poderes públicos promoverán las condiciones necesarias y establecerán las normas pertinentes para hacer efectivo este derecho, regulando la utilización del suelo de acuerdo con EL INTERÉS GENERAL PARA IMPEDIR LA ESPECULACIÓN”.

Esto debería suscitar como poco un cierto tiempo para la reflexión, y la mía es la que sigue: ¿cómo entiende el PSOE, partido solidario de corte social, que ampara a los obreros, asalariados y demás personas de escasos recursos económicos, el actual crecimiento de la vivienda?, ¿son precios acordes a los recursos domésticos de los parias de ese pueblo que el PSOE jalea, anima y enaltece fervientemente en sus mítines programáticos y doctrinarios?, ¿será que el PSOE solapadamente proclama la igualdad del bienestar extensible para el conjunto de los españoles pero en la trastienda de su poder se cuecen sus intereses particulares haciendo que la política social se convierta en una sanguinaria política imperialista que beneficie únicamente a los propios y sus amigos recolocados? Preguntas que probablemente no obtendrán respuesta pues ni la señora Trujillo ni ZP tienen la intención de contestarlas ni la solvencia suficiente para encauzarlas.

vicenbarbarroja