Paradoja socialista: promoción del botellón y victimas de accidentes de tráfico homenajeadas.
Hoy día 19 de noviembre se celebra el día en que se conmemora la muerte de las víctimas ocasionada como consecuencia de accidentes de tráfico. Mientras el gobierno central vitorea los logros del carné por puntos, las asociaciones de las víctimas no comparten dicho sentir.
Más de tres mil muertes al año en España por cusas atribuidas a negligencias efectuadas por los conductores. Esta es la triste realidad que asola el panorama de las carreteras españolas. A pesar de las variopintas campañas publicitarias ofrecidas por la Dirección General de Tráfico con el ánimo de despertar en los conductores el pánico a generar accidentes, las cifras que se arrojan a lo largo de todo el año cusan escalofríos. De nada sirven las imágenes televisivas tan dantescas como reales incursas en las campañas destinadas a frenar la escalada de accidentes. Lo cierto es que la población al volante que circula por la red vial se acomoda y acostumbra a los anuncios y recomendaciones de tráfico. Es como si éstas no fueran con ninguno de los conductores pues, la prudencia y la observancia de las normas respecto a la circulación son para otros, para los de siempre. Y no es así. En el “bombo” de la conducción estamos muchas personas incluidas, las que pilotan los automóviles y los viajeros que pasivamente son transportados en sus gratos asientos. Pero ambos, se exponen a la incuria e indolencia de aquellos que infringen los límites de velocidad y toman las señales como simple iconos de decoración y no de advertencia o prohibición.
Según las estadísticas, el segmento poblacional que origina mayor números de incidencias mortales o graves de tráfico son los jóvenes con edades comprendidas entre los 20 y 25 años, y curiosamente se advierte que, en la generalidad de ellos, el índice de alcohol en la sangre supera con creces las tasas máximas legales de ingesta de aquellas sustancias que traen como causa la embriaguez.
A raíz de estos hechos, nos encontramos con una paradoja digna de reflexión pues, por un lado las mentes libertinas del nuevo modelo de socialismo español llaman a filas a la juventud para que hagan del “botellón” la forma más adecuada de su diversión, y por otro endurecen las sanciones de tráfico con la innovación de la retirada del carné al consumir los 12 puntos que a cada conductor se otorgó desde la entrada en vigor de la nueva ley que regula esta situación. Esto es tanto como decirle a un hambriento que tiene licencia absoluta para comer cuanto quiera y cuanto más mejor por ser una forma de satisfacer sus necesidades vitales pero, si su peso supera el límite legal establecido para no caer en la obesidad, permanecerá una fracción de tiempo considerable sin deglutir alimentos proteicos ni vitamínicos.
El gobierno de la todavía nación española se jacta de que desde la entrada del carné por puntos ( logro al parecer socialista) la cifra de accidentes se ha reducido y por ello son merecedores de la admiración por su magnífica gestión. Sin embargo tendrían que tener presente que, el descenso del número de muertes no resta la cantidad en las estadísticas, bien al contrario siempre se acumula con el coste de la anterior, y de ello ningún gobierno puede alegrarse. La educación en valores no resulta efectiva solamente escrita en papel, sino que también se forja con el ejemplo en la práctica de costumbres saludables.
vicenbarbarroja.
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