El tragaluz: La sanguinaria serpiente etarra ha hechizado al dúctil Zapatero

El presidente ZP continúa sin entrar en razón. Poderosas razones de estima personal obnubilan el recto proceder de su cargo institucional. El núcleo duro de su partido debe enviarle a su casa moviendo ficha sin dilación.

La situación a la que Zapatero está sometiendo a la nación española es insostenible. No acepta la autocrítica de su partido; desdeñó la posibilidad que Ramón Jáuregui le apuntaba de perpetrarse un atentado en fechas próximas a la Navidad; mantiene oculto al ministro Caldera competente en Inmigración, al no aparecer éste en el lugar de los hechos para manifestar el dolor a los familiares de las personas asesinadas; y además desoyó los avisos de Txema Montero, director de la Fundación Sabino Arana del PNV, ex dirigente de HB y ex confidente según el ex policía Amedo, del día en que la ETA rompería la “tregua”.

Zapatero vive imbuido en un canto de sirenas. Hasta S.M el Rey, en el discurso de la Pascual militar apelaba a la unidad entre partidos para combatir a la banda de asesinos abertzales. Pero Zapatero sigue sujeto al “perdón”, a pasar página de una historia sangrienta y envenenada. Mientras el horror ha empañado Madrid, la presidenta de esa Comunidad, Esperanza Aguirre, sí ha sabido estar cerca del terror, lo ha afrontado de cara, sin miedo, irradiando calor al entorno de las víctimas.

La supervivencia de Zapatero parece estar por encima de crímenes y de crisis gubernamentales. El dialogo es el único interés que prevalece en el diabólico ZP, pues sin duda está traicionando a su país. Crudo lo van a tener los de su partido con las elecciones autonómicas y municipales que se avecinan en mayo, pues de continuar en la cima del poder de la forma que dirige el barco, el inminente naufragio está servido.

Craso error el de no convocar en 24 horas una ingente manifestación condenando el atentado terrorista como siempre en estos casos se practica. El veneno que desprende la serpiente etarra que enrosca la nuez de Zapatero ha empezado a inocular el consensuado sistema democrático que España se dio con la Constitución del 78.

Al finalizar estas líneas, quisiera resaltar que la firmeza contra la ETA, Batasuna y los radicales de la izquierda abertzale se demuestra, en primer lugar, asumiendo la culpa en la equivocada negociación, y en segundo término, convocando a todos los partidos democráticos ( principalmente al PP) para erradicar por la vía judicial la palmaria oleada de delitos cometidos por los ejecutores directos y por los partidos tanto legales como ilegales que jalean desde ss escaños y los micrófonos de la prensa la anacrónica independencia de una porción geográfica que siempre ha sido española: el País Vasco.


Vicente Franco Gil.